Isemay- Parte 22.3 VIVO

¿Cómo va el nuevo año? Isemay lo terminó como quería, en brazos de su esposo, aunque, bueno, tal vez no tanto, ella esperaba más. Espero que tengáis un feliz año, y que toda la alegría del mundo llegue a vuestro hogar.

Que disfrutéis de la lectura, porque creo que Isemay, comenzó el año mucho mejor de lo que lo terminó. Un besazo. 
 
     
Si Isemay había pensado que jamás saborearía los labios de su esposo de ese modo, y que en su vida, entendería porque muchas mujeres se vuelven locas por un beso, se equivocaba, y lo supo en el mismo momento, en que su cuerpo se adaptó al de Osmar. Su aliento le rozaba la cara, y con una mano la tomaba de la cintura apretándola contra él, mientras que con la mano libre, le tocaba la mejilla, recorriendo con el pulgar, el borde de sus labios, sus pómulos, la silueta de su mandíbula.
La joven tragó con dificultad, y pareció que su saliva no iba a pasar nunca de su garganta, mientras seguía con los ojos fijos en los de su esposo, que la miraba la boca, como si fuera un descubrimiento interesante en el que nunca antes se había fijado.
Ella también le notó tragar con dificultad, y cerró los ojos cuando él comenzó a descender sobre ella, sujetándole ahora la nuca con sus manos, para hacerla levantar la cabeza.
Osmar la miró, estaba debatiéndose entre besarla o no, estaba enfadado, pero su deseo era más grande que todo lo que él había sentido nunca, jamás había deseado tanto amar a una mujer, poseerla de tal forma que la marcara el alma, verla cerrar los ojos de esa forma tan inocente, como si esperara un castigo, o simplemente algo que llevaba deseando mucho tiempo, lo hipnotizo. Sabía que iba a besarla, y le daba igual si ella contestaba que no quería, pero lo necesitaba.
-                            Voy a besarte- la susurro mientras se acercaba a ella- voy ha marcarte para siempre.
-                            No deberías hacerlo- abrió ella los ojos para descubrirle cerca de su boca, estaba nerviosa por lo que sus últimas palabras podían significar.
El hizo caso omiso a su queja, acercó los labios húmedos a los de ella, y sintió como se mareaba cuando por fin los rozó con los suyos. Fue un beso suave, no quería imponerla nada, solo necesitaba sentirla cerca, saber que ella lo deseaba del mismo modo. Se separó a penas, para encontrarse con que los párpados de su esposa seguían cerrados, y volvió a descender para besarla de nuevo, con la misma suavidad. Primero un beso, después otro, y así un montón de ellos que la ablandaron los labios, sin asustarla. Ella no contestó los primeros, y Osmar esperó paciente a que empezara a corresponderle, siempre era igual, parecía temer no saber corresponderle, y al revés, todo ese juego a él le llenaba el alma y le calentaba sobremanera.
-                            Devuélvemelos- la pidió con la voz ronca por el deseo e introdujo la lengua en su interior cuando consiguió que separara los labios.
-                            No se hacer lo que tu haces- sonrió ella cuando consiguió hablar.
           Aunque él tendría que haber esperado eso, oírlo de sus propios labios, le embargó por dentro, él era el primero y el único que la tendría. Ahora y siempre, ella era suya, y estaba dispuesto a demostrárselo.

Comentarios

Luna ha dicho que…
Feliz año nuevo¡¡¡ ^-^
Un abrazo
Tamara ha dicho que…
Feliz año a ti también Luna, un abrazo.

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