Los problemas a veces no son de dos
Llega un señor a su casa y le dice a su mujer: Mi amor, tengo un grave problema en la oficina. Y su mujer le responde muy alentadoramente: No te preocupes gordito, nunca digas tengo un problema, dí tenemos un problema. A lo que su marido le contesta: Muy bien, entonces, nuestra secretar ia va a tener un hijo nuestro…